Un software de gestión que opera en la nube como un servicio, conocido por la sigla SaaS, del inglés Software as a Service, es uno de los pilares de la transformación digital de las empresas, como ya hemos comentado. Esta modalidad de contratación altera drásticamente los requisitos básicos que un departamento de TI debe cumplir para que las aplicaciones estén disponibles.
Primero, porque los servidores en los que estarán estas aplicaciones y datos ya no necesitan estar dentro de la empresa, lo que elimina el costo de propiedad de la ecuación. En segundo lugar, porque el esfuerzo para garantizar el rendimiento, promover actualizaciones y mantener la seguridad, entre otras cosas, recae en gran parte en el fabricante de la aplicación y el proveedor de servicios en la nube.
¿Pero cuáles son los cambios que el software en modo SaaS trae a las rutinas de un departamento de tecnología? ¿Cómo cambian los papeles de los miembros del equipo de tecnología de la información? ¿Qué ventajas traen?
Cambios de paradigma
Hay una serie de rutinas básicas comunes a todos los departamentos de TI, independientemente del segmento en que actúe la organización. Los entrenamientos y las actualizaciones del equipo, por ejemplo, deben ser frecuentes ante el acelerado avance tecnológico.
También hay inversiones en el desarrollo de sistemas, en los casos en que no hay contratación de software de mercado o donde se requieren personalizaciones. El hardware y el software también deben ser monitoreados constantemente para que se mantengan funcionando de manera segura y actualizada.
Todo esto genera una serie de rutinas y procesos, como mantenimiento, evolución del software, planificación, creación de procesos, entre muchos otros. “Es como tener una compañía de tecnología dentro de otra compañía, que desvía la atención del core business “, dice Antonio Andreoli, Director de Producto de Gera. “Es necesario invertir energía y dinero en las personas para mantener esta estructura funcionando”.
Por lo tanto, las ventajas de contratar un sistema en la nube comienzan con la especialización del equipo del proveedor en ese software y línea de negocio. Cada estructura de la empresa está pensada para evolucionar este sistema, al contrario de un departamento de TI tradicional. Periódicamente, el software tendrá nuevas versiones de acuerdo con la evolución del mercado y la tecnología en sí, sin necesariamente aumentar los costos más allá del pago de la suscripción.
“El cliente no necesita tener, en la infraestructura interna, un especialista en cosas de la nube. O de un equipo de desarrollo interno que conoce técnicas y metodologías de desarrollo sofisticadas”, explica Fabio Mengozi, Director de servicios y Cofundador de Gera. “Son los mismos beneficios de una tercerización”.
Esta empresa “se alimenta” del conocimiento generado por las buenas prácticas de mercado, lo que facilita el trabajo de innovación y la disponibilidad de nuevas funciones para los clientes. Esto también hace posible distribuir el costo a lo largo del tiempo, ya que el modelo de suscripción permite pequeños pagos periódicos en lugar de una gran contribución al comienzo del desarrollo de un software propietario.
Recursos más estratégicos
Sin la necesidad de mantener hardware en ambiente local para ejecutar aplicaciones, los equipos de TI pueden concentrarse en estar más cercanas al negocio. Pueden, por ejemplo, integrar iniciativas de innovación. O en actividades más consultivas y estratégicas, dedicando más tiempo a satisfacer las demandas de otros departamentos, o desarrollando otros sistemas o módulos auxiliares.
“Muchas veces usted desarrolla un sistema e invierte en un equipo siguiendo una determinada directriz. Y debido a que el costo de capacitar y aumentar el equipo es alto, TI queda prácticamente ‘amarrada’ con aquella tecnología”, explica Andreoli. Al contratar a un proveedor de la nube, la empresa gana flexibilidad con sus recursos, ya sean financieros o humanos. “El proveedor externo tiene garantizado el mantenimiento, soporte, personalización, evolución, etc.”.
En este contexto, analiza Mengozi, los profesionales de TI necesitarán adquirir más y más conocimiento sobre los negocios y asumir el papel de business partners. Este perfil requiere el conocimiento tanto de los procesos internos como de la herramienta contratada, lo que ayuda al proveedor a personalizarla según las especificaciones del cliente e incluso agregar nuevas funcionalidades a través de APIs.